«Garantizo yo que los expedientes saldrán adelante». Así de contundente se mostró el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ante la evidente disputa que hay entre el apoyo a la renovables por parte del PSOE valenciano frente al continuo torpedeo y retraso burocrático del ala del gobierno de Compromís. La decisión de Puig implica pasar por encima del Pacto del Botánico imponiendo su postura tanto en sus competencias como en las de su adversario y compañero de gobierno.
“El autoconsumo y las comunidades energéticas son fundamentales, pero es necesario tener plantas más grandes fotovoltaicas y eólicas para suministrar la energía que necesitan las ciudades y la industria”, afirmó ayer Puig, lo que supone tumbar la postura de Compromís de apostar por mininstalaciones mientras da un espaldarazo a las megaplantas.
El pacto del Botánico supuso un reparto de competencias en el que la consellería de Transición Ecológica recayó en el bando de Compromís, que es quien emite una de las autorizaciones necesarias para el uso del suelo en una instalación fotovoltaica. Los continuos retrasos protagonizados por la consellería dirigida por Mireia Mollà acabaron con su cese el pasado 25 de octubre.
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