La aridificación avanza implacable en la mayor parte del planeta. Más de las tres cuartas partes del mundo (77,6%) han sufrido condiciones más secas entre 1990-2020 que en los treinta años anteriores. Y las tierras clasificadas como áridas se han expandido 4,3 millones de km2, lo que equivale a la mitad del tamaño Australia. Detrás está el aumento global de las temperaturas, según certifica por primera vez un organismo científico asociado a la ONU, que asegura que el informe publicado este lunes es un «punto de inflexión».
La población que vive en zonas áridas puede duplicarse de aquí a final de siglo.
«Este análisis finalmente disipa una incertidumbre que ha rodeado por mucho tiempo las tendencias de sequía global», dice Ibrahim Thiaw, secretario ejecutivo de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CLD). «Por primera vez, la crisis de aridez ha sido documentada con claridad científica, revelando una amenaza existencial que afecta a miles de millones de personas en todo el mundo».