Ignacio Morgado
Catedrático emérito de Psicobiología en el Instituto de Neurociencias de la Universidad Autónoma de Barcelona, escritor e investigador.
Juan Enrique Gómez.
Es taxativo al afirmar que los pensamientos, las emociones y la inteligencia son algo que resulta del funcionamiento del cerebro, todo lo que se quiera decir al margen no es más que literatura romántica. Es la forma con la que Ignacio Morgado Bernal (San Vicente de Alcántara 1951) catedrático del Instituto de Neurociencia de la UAB, escritor e investigador, muestra que hablar del cerebro, es reflexionar sobre la comunión continuada entre sentimientos y razón. Este profesor de Psicología Fisiológica en la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Barcelona, afirma que los pensamientos cambian sentimientos y razonamientos, e incluso llegan a modificar conexiones cerebrales.
Ignacio Morgado es un apasionado del estudio del comportamiento, autor de libros como ‘Emociones corrosivas’, en el que indica que es tan difícil erradicarlas que hay que acudir al fomento de un tipo de educación temprana que condene y eluda emociones corrosivas como el odio. Para él es fácil definir lo que es la mente humana: un conjunto de procesos cerebrales que se influyen mutuamente, aunque esa aparente simplicidad implica todo un universo por descubrir en el que, incluso en situaciones de inconsciencia, la mente sigue funcionando. Habla de autoconsciencia como lo que nos hace pensar que pensamos e indagar lo que indagamos.
Morgado afirma que hay importantes diferencias entre el cerebro masculino y femenino, tanto por anatomía, fisiología y conducta. Somos diferentes por genética, hormonas y educación. Y es que cada cerebro es único. Para él, la psicología existe para estudiar cada cerebro y afirma que si todos fueran iguales ‘bastaría con la biología’.
Hablar con Ignacio Morgado nos permite entrar en un universo en el que la ciencia traza nexos de unión con las percepciones y los sentimientos, pero siempre con la solvencia de la razón.
¿Dónde residen nuestros pensamientos, la inteligencia, las emociones?
En ningún sitio, porque no son cosas, productos que podemos situar en algún lugar, son procesos cerebrales. Del mismo modo que es absurdo decir que el movimiento está en la rueda, es absurdo situar en algún lugar los procesos mentales. El movimiento es la rueda en acción, no algo que la rueda hace y va dejando caer por el camino. Los pensamientos, la inteligencia y las emociones no son un producto del cerebro, son algo que hace el cerebro cuando funciona.
Usted ha dicho que la autoconsciencia es la más sublime y poderosa capacidad de la mente humana, pero ¿realmente somos conscientes de nosotros mismos?
Claro que sí, somos conscientes de nuestra propia existencia, algo que perdemos cuando dormimos sin soñar o nos anestesian en un quirófano. El sueño y la anestesia nos hacen perder la consciencia, incluida la de nosotros mismos, pero no la mente, que sigue funcionando en el modo inconsciente.
¿Existe la autoconsciencia en otras especies del reino animal?
No lo sabemos, lo más probable es que exista algún grado de la misma, pero no una autoconsciencia plena como la nuestra, que nos hace pensar que pensamos e indagar en nuestros propios pensamientos.
Pensamientos, inteligencia y emociones no están en un lugar del cerebro;
son procesos cerebrales.
¿No basta con ser inteligente, hay que ser sabio…?
Sí, hay un tipo de inteligencia que se basa en la sabiduría, en la experiencia y en el control de las propias emociones, algo que muchas personas con inteligencia analítica no tienen.
¿Es posible una comunión entre los sentimientos y la razón?
No solo es posible, es la forma de funcionamiento de un cerebro sano, normal. Emociones y razonamientos están continuamente influyéndose de manera recíproca, interactiva.
¿Y la razón puede modelar los sentimientos?
Lo hace continuamente, por ejemplo, cuando te das cuenta de que el que pierda tu equipo apenas afecta a lo importante de tu vida, o cuando te das cuenta de que tus errores te permiten mejorar.
Durante la pandemia del Covid muchas personas supieron, por primera vez, qué es el miedo…
No creo que fuera la primera vez, aunque fuera una vez diferente a otras. El miedo está en nuestras vidas desde la temprana infancia.
¿El pensamiento modela el cerebro? ¿Condiciona su funcionamiento y posibilidades?
El pensamiento cambia razonamientos y emociones. Lo hace modificando también las conexiones neuronales y su modo de funcionar.
¿Qué es la mente humana, es posible explicarlo?
Claro que sí. La mente es un conjunto de procesos cerebrales que funcionan acopladamente, es decir, influyéndose mutuamente: al recordar a un ser querido que falleció (memoria) nos emocionamos (sentimiento).
Sentimientos como el optimismo, la alegría, el miedo, la soledad, la espera… ¿pueden alterar nuestro sistema fisiológico?
Todos los sentimientos afectan al funcionamiento del cerebro, para bien o para mal. El cerebro funciona renovándose continuamente a sí mismo y es él, el cerebro, el causante de todos nuestros sentimientos. Sin cerebro no hay sentimientos.
¿Recomienda usar la razón para gestionar nuestros sentimientos?
¿Acaso hay otra forma de hacerlo?
Emociones y razonamientos están continuamente influyéndose de manera recíproca, interactiva.
Usted ha escrito de conceptos y percepciones, como que el azúcar es dulce porque así lo percibimos, no porque lo sea en su realidad literal… y así con todo lo que nos rodea. ¿Quiere decir que todo depende de la percepción singular que tenga nuestra mente?
Sí, así es, el cerebro, las neuronas, crean sensaciones y percepciones conscientes muy variadas, lo que ocurre es que todavía no sabemos cómo el cerebro lo hace posible.
¿Hay diferencias entre el cerebro masculino y el femenino, o todo depende de percepciones y sentimientos, individualidades…?
Sí, las hay, en anatomía, fisiología y conducta. Somos diferentes por genética, hormonas y educación.
¿El cerebro de cada persona es diferente?
Por supuesto, por eso existe la psicología, para estudiar cada cerebro particular. Si todos los cerebros fueran iguales bastaría con la biología, conocido un cerebro, conocidos todos.
Si cada cerebro es único ¿Qué ocurriría en la clonación humana?
Posiblemente funcionaría de modo muy parecido a la gestación natural, la fecundación de un óvulo femenino por un espermatozoide masculino, pero con otro tipo de controles en todo el proceso gestatorio. Su resultado está por ver.
La razón modela los sentimientos; el pensamiento cambia razonamientos y emociones.
¿Qué opina de la dualidad cerebro-corazón… nuestros sentimientos tienen su origen en el cerebro, pero cuando hablamos, mencionamos al corazón?
Eso no es ciencia, es solo literatura romántica.
¿Se puede decir, metafóricamente, que el cerebro tiene corazón?
Quien lo diga, que lo explique, a ver si lo entendemos.
¿Qué es la inteligencia?
La capacidad de procesamiento de información mental, cognitiva.
¿Cree posible emular la función del cerebro para llegar a una inteligencia artificial real?
Hoy por hoy es imposible.
¿Es cierto que la evolución y el uso de la tecnología, las mayores facilidades para sobrevivir, han reducido el tamaño de nuestro cerebro… lo han hecho menos capaz y nos volvemos más inútiles?
Sí, como la electrónica, los aparatos de hoy son más pequeños, pero más eficientes.
¿Eso reduce nuestras posibilidades de supervivencia como especie?
No, la calidad no está siempre en la cantidad.
Sin cerebro no hay sentimientos.
Uno de sus libros es ‘Emociones corrosivas’ ¿Es posible erradicar o ‘curar’ sentimientos como el odio, que tanto condiciona el futuro de la humanidad?
Es muy difícil erradicarlos cuando nuestro cerebro los crea. Lo mejor es fomentar un tipo de educación temprana que condene y eluda esos sentimientos.
¿Es verdad que hay tantas inteligencias como capacidades mentales, que la inteligencia no es única?
Absolutamente cierto.
Sabemos que nadie nace con ideas. Se forman por la percepción y el conocimiento del entorno, pero ¿Hasta qué punto el mensaje externo condiciona la evolución de la persona… no influye la herencia genética, por ejemplo?
Herencia y educación se combinan desde la temprana infancia para generar lo que cada persona acaba siendo.
¿Cómo afecta el uso excesivo de las redes sociales y la ‘realidad publicada’ en el comportamiento y el desarrollo del cerebro, sobre todo en los jóvenes… Cree que son una espoleta de odios, envidias, o también esperanzas y futuro?
En las redes hay de todo, bueno y malo. La educación temprana debe tratar de ayudarnos a diferenciarlo.
¿Cree que es posible modelar el futuro?
Lo estamos haciendo continuamente.
Trabaja en investigación sobre la memoria. ¿Es posible recuperar la memoria?
Sí no se ha perdido del todo, sí. Si las conexiones neuronales que la sustentan desaparecen ya no es posible.
¿Sería la gran esperanza ante el olvido que supone el Alzheimer y la demencia?
No, ese no es el camino. Lo que hay que hacer es investigar hasta que sepamos como detener la neurodegeneración.
Lo más probable es que exista algún grado de consciencia de sí mismos en los animales.