Transición energética

El sector energético es actualmente responsable de más del 75 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en la Unión Europea. Para hacer frente a este desafío, es necesario aumentar significativamente el uso de fuentes de energía renovable y mejorar la eficiencia energética, lo que no solo contribuirá a mitigar el cambio climático, sino que también ayudará a contrarrestar los impactos negativos que las energías fósiles tienen en la biodiversidad y en la salud de los ecosistemas y las personas.

Esta transición hacia energías renovables ofrece oportunidades para el desarrollo local en zonas rurales, aunque es esencial equilibrar los beneficios con los posibles impactos negativos, como los cambios en el paisaje y la producción agrícola. Para ello, es fundamental la involucración activa de diversos actores, como empresas instaladoras, gobiernos locales, regionales y estatales, así como la participación de la sociedad civil.

«El mundo necesita un Tratado sobre el Plástico», advierten los expertos. Una necesidad bien conocida por todos los dirigentes mundiales, pero que no les vale para lograr un acuerdo. El objetivo es alcanzar un pacto jurídicamente vinculante a finales de este año o, al menos, conseguir cerrar las negociaciones. A la espera de cerrar este pacto, cada año se siguen produciendo 400 millones de toneladas de plásticos, «muchos de ellos de un solo uso y que no se pueden reciclar» -aseguran fuentes ecologistas-.

En los últimos años, se han encontrado trazas de este contaminante en todos los lugares del planeta. Desde el más alto, en la cima del Everest, hasta en el más profundo, la Fosa de las Marianas. Y hasta en lugares inhóspitos para la vida humana como son algunas zonas de la Antártida. «Este es un problema urgente de salud mundial, una crisis en curso», señala el doctor Costas Velis, académico de Sistemas de Eficiencia de Recursos en la Universidad de Leeds. Una investigación liderada por este profesor griego ha revelado que los residuos plásticos abandonados y la quema de este material son los principales causantes de este tipo de contaminación.

La cada vez mayor penetración de las energías renovables, en especial de la eólica y la solar, ha abaratado el precio de la electricidad en el mercado mayorista de un modo que tal vez parecía inimaginable hace apenas cinco años.

El fuerte incremento de la capacidad instalada de energía sobre todo solar y eólica ha permitido que estas tecnologías hayan pasado de cubrir el 26% de la demanda eléctrica total en 2019 al 44% en los primeros seis meses del año, según los datos recogidos en el informe del Banco de España «El impacto de las energías renovables sobre el precio mayorista de la electricidad».

Así lo estima el Banco de España con arreglo al modelo estimado en el artículo titulado ‘El impacto de las energías renovables sobre el precio mayorista de la electricidad’, en el que maneja un intervalo de confianza de entre el 45% y el 60%.El peso actual de la eólica y la solar han provocado que el precio mayorista de la electricidad durante la primera mitad de 2024 haya sido hasta un 40% inferior del que se habría observado sin estas inversiones en capacidad solar y eólica. Otro aspecto reseñable es la complementariedad entre ambas tecnologías, pues, dado el carácter no lineal del impacto de la generación renovable en el precio de mercado, la coincidencia de ambas hace que el ahorro sea mayor que la suma de las contribuciones de cada una.

El precio mayorista de la electricidad podría reducirse hasta en un 50% adicional en 2030 en los escenarios de despliegue de generación renovable contemplados en la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2023-2030. Así lo estima el Banco de España con arreglo al modelo estimado en el artículo titulado ‘El impacto de las energías renovables sobre el precio mayorista de la electricidad’, en el que maneja un intervalo de confianza de entre el 45% y el 60%. En cualquier caso, el organismo deja claro que el comportamiento futuro de estos precios está sujeto a una considerable incertidumbre, al estar condicionado por la evolución de distintos factores de oferta o la adaptación de la demanda a los nuevos niveles de generación renovable.

No está pero se le espera. O está pero se le esperaba con muchos más bríos de los demostrados hasta ahora. Pedro J. Linares, secretario confederal de Salud Laboral y Medio Ambiente de CCOO, lo decía así esta mañana: “No creemos que el actual gobierno del PP vaya a apostar por reducir el dominio de quienes dominan el panorama energético. Pero estamos convencidos de que el autoconsumo tiene que jugar un importante papel, y más pronto que tarde habrá que regularlo de forma efectiva. Y el gobierno que no lo vea así tendrá dificultades.

El autoconsumo del que hablan el propio Linares y las autoras del estudio, Begoña María-Tomé y Sara Pérez, es un autoconsumo pleno. También con balance neto. “El autoconsumo se basa en que los propios consumidores, tanto domésticos como industriales, pueden producir su propia energía mediante pequeñas instalaciones situadas fundamentalmente en sus edificios”. Algunas de estas tecnologías ya son competitivas actualmente para estos consumidores con respecto a los precios de la electricidad.

La ministra Ribera, que se perfila como la próxima comisaria europea de Clima y Medio Ambiente, después de que los Verdes y los Socialistas del Parlamento Europeo hayan confirmado que la apoyarán para el puesto, ha destacado la importancia de la central hidroeólica tanto por su significado para el desarrollo socio económico de El Hierro, como por el ejemplo de soberanía energética que representa para el sector de las renovables. “Este faro que da luz a Europa -ha dicho- merece un reconocimiento explícito, un agradecimiento en este décimo aniversario, el de un proyecto que ya consigue lo que todos perseguimos: acceder a la energía minimizando el impacto en el medio natural”.

La central hidroeólica de El Hierro está integrada por cinco aerogeneradores de 2,3 megavatios de potencia y una central hidroeléctrica de seis megas. Cuando hay viento suficiente, la instalación bombea agua de un embalse inferior a otro superior y cuando no lo hay, la empresa que la gestiona -Gorona del Viento- suelta el agua del embalse situado en la cota más alta y genera en la caída la correspondiente hidroelectricidad (véase cómo funciona). La singular instalación ha cubierto hasta un 77% de la demanda eléctrica de El Hierro este pasado mes de julio

La transición mundial hacia la electricidad limpia ha alcanzado nuevos e importantes hitos y se prevé que continúe al ritmo actual. Según un par de nuevos informes del proveedor de investigación BloombergNEF (BNEF), por primera vez en la historia, las fuentes de carbono cero representaron más del 40% de la electricidad generada en el mundo en 2023. La energía hidráulica representó el 14,7%, mientras que la eólica y la solar contribuyeron casi en la misma proporción con el 13,9%, un nuevo récord. La cuota de la energía nuclear fue del 9,4%.

Estos resultados se desprenden de dos informes publicados por BNEF: Power Transition Trends 2024, y el 2H 2024 Renewable Energy Investment Tracker, que indican que el impulso hacia la energía limpia también se ha acelerado, con la eólica y la solar representando casi el 91% de las nuevas adiciones netas de capacidad de energía en 2023 – frente al 83% del año anterior – mientras que los combustibles fósiles, incluidos el carbón y el gas, representaron sólo el 6% de la nueva construcción neta, lo que supuso el nivel más bajo de la historia.

La Unión Internacional de Gas (IGU), Snam y Rystad Energy han presentado el Informe Mundial del Gas 2024 (GGR) en la Conferencia de la ONS. Y la conclusión del mismo no es nada halagüeña ya que afirma que está en peligro al seguridad de suministro energético en el planeta.

Los mercados mundiales del gas se mantienen en un frágil equilibrio, con un crecimiento limitado de la oferta mientras la demanda aumenta constantemente, un 1,5% en 2023, con una aceleración prevista hasta el 2,1% a finales de 2024. Asia sigue siendo el motor clave de este crecimiento, mientras que Norteamérica y Oriente Medio encabezan las exportaciones.

Centros de procesamiento de datos, redes de recarga de vehículos eléctricos, autoconsumo, centros de desarrollo de inteligencia artificial… Todas estas iniciativas tienen dos cosas en común. En primer lugar, son nuevos modelos de negocio que apuntan a ser esenciales en los próximos años; en segundo lugar, todos ellos dependen, en gran medida, de la electricidad, con lo que pueden disparar su demanda más pronto que tarde. En el capítulo 11 de Futuro Eléctrico, el pódcast de Endesa y El Confidencial para impulsar la electrificación en España, hablamos de las oportunidades empresariales que llaman a la puerta de las redes eléctricas en España.

Las cifras siempre mandan: según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) 2021-2030, España debería invertir más de 50.000 millones de euros en redes e infraestructuras de electrificación para poder hacer frente al crecimiento de la demanda eléctrica previsto para los próximos años. Este crecimiento se explica porque el despliegue de las renovables en nuestro país ha llevado aparejado el surgimiento de nuevas industrias intensivas en consumo eléctrico. Para hacernos una idea del negocio que está en juego, pongamos un ejemplo: el de los centros de datos.

La CNMC ha dado el pistoletazo de salida a las baterías en España presentando una propuesta que define cómo deben operar las instalaciones de almacenamiento de energía en nuestro país. Esta iniciativa tiene como objetivo optimizar el uso de la red eléctrica, asegurando que las instalaciones de almacenamiento funcionen de manera eficiente y cumplan con la normativa vigente.

El documento elaborado por la CNMC —enmarcado en el cumplimiento de la Ley 3/2013 y la Circular 1/2021— establece los intervalos de tiempo en los que las instalaciones de almacenamiento pueden inyectar energía a la red o consumirla. Esta regulación busca garantizar un uso seguro y eficiente del sistema eléctrico, crucial para evitar problemas que podrían derivar en la revocación de los permisos de acceso y conexión a la red.