Félix Gracia
C + V = R
Pues sí, se trata de una ecuación, aunque sin números y sencilla. Porque el asunto va de Matemáticas y alude a un Principio o Ley no catalogado en los libros de texto, pero omnipresente en la Evolución, que es matemática pura, y en el vivir cotidiano, pues rige y controla la creación de la realidad; es decir, del conjunto de circunstancias que determinan la experiencia sensorial de la Humanidad y de cada uno en particular. La vida real, en la que no basta con desear (representada por la letra R de la ecuación)
Matemáticas básicas y ecuación de apariencia simple, aunque fundamental, que no habla de incógnitas ni de cantidades, sino de arquetipos, que son impulsos vivos y creadores. Una lección que no ha sido olvidada con el transcurso del tiempo como podías suponer si tiras de memoria, sino lección descuidada, no aprendida ni integrada en la sociedad, salvo por una minoría. Asignatura pendiente, por tanto, y especialmente amenazada en estos tiempos modernos que rinden culto a otros valores y a la banalidad.
Asunto serio, por tanto, muy a cuento con las fechas y la costumbre social de estos días. Esa que proclama: “Año Nuevo, vida nueva”, como una relación causal cierta y segura; es decir que, dada la causa (Año Nuevo) sucede el efecto (Vida Nueva), sin más requisitos salvo el deseo: dogma social que haría palidecer al mismísimo Aristóteles, aquel célebre filósofo que dejó esta pragmática sentencia:
“No basta con desear la salud, para estar sano” que no requiere explicación, por tan probada.
Un falso y contagioso dogma social, como digo, que alimenta el pasotismo, la indolencia, la tibieza y la decadencia moral… que hacen de nosotros miembros de un rebaño, en lugar de seres creadores de una Vida y un Mundo Nuevos, gloriosos.
Así somos o podemos ser, sin arrogancia alguna, pues lo somos por naturaleza y diseño, como agentes de la Evolución y del impulso o poder que la inspira y dirige, al que a lo largo de los tiempos se le ha llamado Dios.
Y, desde dicha responsabilidad, que asumimos aun contando con nuestras limitaciones, hacemos nuestra la ecuación arriba expuesta en su doble dimensión, personal y colectiva, donde la R, significa RESULTADO o la Realidad buscada, que nosotros asociamos a esa Vida y ese Mundo Nuevos proféticos, anunciados y posibles, en tanto que los otros dos factores INDICAN:
1º) C, de CONSCIENCIA (o Conocimiento claro del objetivo y ajuste de tu manera de ser a ello: aceptación de sus implicaciones en tu vida en el qué y el cómo ha de desarrollarse ésta en aras a su cumplimiento o logro, coherencia entre el decir y el ser) y
2º) V, de VOLUNTAD (o decisión firme, empeño y determinación: PROPÓSITO)
O sea, C+V= R. En palabras de Saramago, y de tantos otros con los pies en la tierra, que los ha habido y los hay: “Si quieres tener cosecha un día, arremángate y siembra ahora”. No basta con desear.
Así lo sentimos y en ello estamos desde OIKOSFERA, con el corazón abierto y la mano tendida a cuantos quieran participar en este proyecto colectivo que denominamos Transición de la Humanidad a un Mundo Nuevo, a cuya definición se dirigen las bases o principios que venimos anunciando desde nuestro inicio a modo de sugerencias para la reflexión y el diálogo.
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