Desde los delicados tonos rosados del almendro hasta los brillantes naranjas del albaricoque, los árboles frutales se engalanan en primavera para celebrar el cambio de estación. Con la aparición de las flores, los paisajes verdes se llenan de una gran variedad de colores y el aire de un aroma dulzón y suave que atrae a los polinizadores.
Florecer o no florecer, he ahí la cuestión.
Sin embargo, algunos de estos árboles frutales sorprenden floreciendo más temprano que otros, incluso bajo las mismas condiciones climáticas. ¿Por qué sucede esto?
En este artículo exploramos los misterios detrás de este renacimiento vegetal con el concierto de La Primavera de Vivaldi como banda sonora. De forma que, como si de una orquesta sinfónica bien coordinada se tratase, comprobaremos que los árboles frutales interpretan y coordinan una serie de señales que dan lugar a su obra más vistosa: la floración.
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