El Gobierno presentó la semana pasada el nuevo PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima) que pretende aproximadamente duplicar la capacidad instalada de energías renovables de aquí a 2030. Pero eso va a generar un enorme problema, puesto que ya hay un exceso de capacidad renovable en España que el sistema eléctrico no puede absorber: de hecho, el año pasado sólo se utilizó el 68,7% de la capacidad de producción fotovoltaica y el 59,6% de la eólica.
El nuevo plan de Teresa Ribera pretende incrementar ese porcentaje hasta el 81% nada menos en 2030.
Es decir, lo que habría que hacer es reducir esa capacidad o, al menos, no incrementarla. Lo contrario acabará con el mercado libre de la electricidad y obligará a conceder enormes subvenciones a estas instalaciones.
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