Úrsula von der Leyen, Narendra Modi, Emmanuel Macron, António Guterres, Lula da Silva y así un largo listado de nombres de dirigentes mundiales han repetido como si de un mantra se tratara: «Hay que triplicar la energía renovable». En concreto sería pasar de 3.500 GW a unos 11.000 GW en 2030. «¿Posible? Es posible», asegura José Luis Domínguez, responsable de sistemas energéticos del Instituto de Energía de Cataluña (IREC). «Requiere de un esfuerzo significativo para facilitar el rápido despliegue de las energías renovables a nivel global», destacan fuentes de la Asociación Empresarial Eólica (AEE).
Alcanzar esta cifra no significa que cada país por sí solo tenga que multiplicar por tres sus energías renovables, solo es necesario que el despliegue de estas tecnologías verdes avance un 17% cada año durante lo que queda de década, según el think tank energético Ember. Una cifra de expansión que no es nueva para el sector, porque ya alcanzó esta «tasa de crecimiento en el periodo comprendido entre 2016 y 2023», destaca este grupo. Sin embargo, los actuales planes nacionales (NDC, en inglés) no están del todo alineados con el objetivo de triplicar la cifra: tienen un brecha de 3,7 TW. «Los gobiernos deben aumentar sus ambiciones y establecer objetivos que reflejen el verdadero ritmo de crecimiento del mercado de energías renovables en sus respectivos países», afirmaban a principios de noviembre los expertos de Ember.
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