Twain es la protagonista de esta historia. Ella es una ballena jorobada que a su paso por el sudeste de Alaska tuvo una peculiar conversación con los investigadores del instituto SETI, durante más de veinte minutos. Este hito, supone el primer intercambio comunicativo entre humanos y ballenas en su propio lenguaje y podría acercar a los científicos a la comprensión de otras formas de comunicación.
El cetáceo y los humanos intercambiaron saludos a través de mensajes pregrabados que el animal entendió.
«Las ballenas jorobadas son extremadamente inteligentes, tienen sistemas sociales complejos, fabrican herramientas -redes de burbujas para capturar peces- y se comunican ampliamente tanto con cantos como con llamadas sociales«, explica el Dr. Fred Sharpe, investigador de la Fundación Ballena de Alaska y uno de los autores del estudio.
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