En un clima como el que caracteriza las estepas que rodean Zaragoza y en el que las precipitaciones anuales apenas superan los 300-400 mm anuales, los puntos de agua permanentes o temporales juegan un papel importantísimo para la supervivencia de muchas especies. Por ello, una de las acciones propuestas de Athmos Sostenibilidad, en el contexto de las medidas complementarias del proyecto fotovoltaico El Aliagar 2 Fase 2, en San Mateo de Gállego, ha sido la creación de dos balsas, una permanente y otra temporal, dentro de las instalaciones del proyecto. Desde que se instalaran la primavera pasada, las balsas han demostrado ser todo un éxito.
Desde que se instalaran la primavera pasada, las balsas han demostrado ser todo un éxito.
En apenas unas semanas, una nueva generación de sapos corredores (Epidalea calamita) tuvo la oportunidad de nacer y desarrollarse en ellas. Aunque esta especie es ya una habitual en nuestras balsas, no es la única. La colocación de cámaras de fototrampeo ha revelado, además lo que ya sospechábamos gracias a los rastros y huellas que nos iban revelando sus orillas, que son muchas las especies que, durante el día y la noche, se acercan a las balsas a saciar su sed y refrescarse.
131 Me gusta