Desde mediados de junio, decenas de miles de grillos, saltamontes y langostas amenazan 400 hectáreas de cultivos en el valle del Guadalhorce, en Málaga. A principios de mes, en Madrid saltaban las alarmas —que se ‘apagaron’ pronto, eso sí— por una supuesta invasión de polillas que, en realidad, no era tal: estos insectos hicieron un alto en su camino migratorio en la capital, de camino a latitudes más frías.
Los tan molestos ‘bichos’ tienen una ardua tarea, siempre llevada a cabo entre bambalinas: regulas los ecosistemas.
Las plagas veraniegas —que no siempre son tal— de insectos varios son un tema recurrente cada vez que empieza la época estival y, sobre todo, las vacaciones. A los artrópodos ya mencionados se les suman los mosquitos tigre o las cucarachas. Pero no son los únicos.
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