En 2017, el monte ardió en la Comunidad de Montes de Vincios, al sur de Galicia. En aquella ocasión, el fuego arrasó el 80% del terreno, una de las más graves de las cuatro veces que el fuego lo ha arrasado desde 2013. Fue el punto de partida del proyecto Vincios Vede; una iniciativa local que sirve de ejemplo a cómo el pastoreo es tan preventivo contra los incendios como cualquier otra medida.
Antes de luchar contra las llamas, se puede prevenir el fuego. Eso es lo que hacen los rebaños que comen matorrales y reducen el combustible.
En el citado caso de Galicia, tal y como explica José Taboada, coordinador de la iniciativa, la comunidad empezó regenerando el bosque, reduciendo especies invasoras como el eucalipto, apostando por frondosas y otras especies de árboles de la zona y creando un «monte mosaico». Querían que fuese una fuente de biodiversidad, de aire limpio, pero también mucho más fuerte ante las amenazas. Para ello, necesitaban mantenerlo limpio y nadie mejor para hacerlo que un rebaño.
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