Dice María Galán (Madrid, 1996) que en su casa no hay quien pare quieto. Es difícil dudar de su palabra, y es que tiene más niños a su cargo que días marca junio en el calendario. A sus 26 años, la joven criada en Boadilla del Monte carga una mochila de experiencias que muchos solo veremos en la ficción. Su zona de confort desde hace cuatro años no la encuentra rodeada de tiendas, ni tampoco frente a los estanques del Retiro, sino en una aldea de Uganda aislada a 30 kilómetros de la civilización.
A sus 26 años, la joven madrileña María Galán dirige junto a su madre y una voluntaria la oenegé Babies Uganda, a cargo de un orfanato, tres escuelas y una clínica.
Es la única española que conoce las calles de Kikaya como la palma de su propia mano. Los lugareños la ven siempre de un lado a otro: cosiendo, grabando vídeos sobre el día a día en el país que después divulgará a través de Instagram, o tal vez llevando a algunos de sus 32 pequeños a la visita de rigor al médico. Todos viven con la auntie —como la apodan, ‘tita’ en castellano— en el orfanato instalado por Babies Uganda en 2017 para garantizar que todos estos menores tengan una infancia digna.
68 Me gusta