Si a la mujer del césar se le pedía que además de ser honesta, lo pareciera, cuando hablamos de ser respetuosos con el medio ambiente a veces se modifica el orden de los factores. Y es que para muchas empresas se ha convertido en más importante el parecer verde, que realmente serlo.
Una nueva directiva obliga a respaldar con datos el compromiso corporativo con el medio ambiente, y sanciona las prácticas engañosas.
Ejemplo de ello es la cantidad de marcas que buscan transmitir cuan sostenibles son poniendo una etiqueta eco a sus productos; deslizando en sus eslóganes la palabra compromiso; utilizando paisajes soleados en sus anuncios o tiñendo de verde los envases.
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